Esta es una página de difusión de la Fe Cristiana a la luz del Magisterio de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana.

«Es impensable que un hombre haya acogido la Palabra y se haya entregado al Reino sin convertirse en alguien que a su vez da Testimonio y Anuncia». (B. Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, nº 24)
.ENSANCHAR EL ALMA.

«No es difícil percibir cómo Transforma el Espíritu la imagen de aquéllos en los que Habita: del amor a las cosas terrenas, el Espíritu nos conduce a la Esperanza de las Cosas del Cielo; y de la cobardía y la timidez, a la Valentía y Generosa intrepidez de espíritu» (S. Cirilo de Alejandría. Obispo y Doctor de la Iglesia). 

«Es necesario que ella (es decir, el alma) crezca y se dilate, para que sea capaz de Dios. Porque su anchura es su amor, como dijo el Apóstol: Ensanchaos en la Caridad. Pues si bien el alma, por ser espíritu, no es susceptible de extensión, sin embargo, la Gracia le concede lo que la naturaleza le niega. Y así, crece y se extiende, pero espiritualmente. Crece y progresa hasta llegar al hombre Perfecto, a la Medida de Cristo en Su Plenitud; crece también hasta formar un Templo Consagrado al Señor.

Así que la grandeza de cualquier alma se estima por la medida de la Caridad que posee, de modo que la que posee mucha es grande; la que poca, pequeña; y la que ninguna, nada. Pues como dice Pablo: Si no tengo Caridad, nada soy (1Cor 13, 2)» (San Bernardo, Obispo y Doctor de la Iglesia)

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