Esta es una página de difusión de la Fe Cristiana a la luz del Magisterio de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana.

«Es impensable que un hombre haya acogido la Palabra y se haya entregado al Reino sin convertirse en alguien que a su vez da Testimonio y Anuncia». (B. Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, nº 24)
SER TODO DE DIOS

«Hermanos, examinen con atención sus moradas interiores, abran los ojos y consideren cual es vuestro mayor amor...
¿Qué es lo que temes dándote? ¿Perderte? Al contrario, es rechazando darte que te pierdes. El mismo Amor se expresa por boca de la Sabiduría y con una palabra apacigua el desasosiego en la que te mete esta palabra: “¡Date a ti mismo!” Si alguien quisiera venderte un terreno te diría: “Dame tu dinero”. Escucha lo que te dice el Amor por boca de la Sabiduría: “Hijo, dame tu corazón” (Prov 23,26). Tu corazón estaba mal cuando era tuyo; eras presa de las malas pasiones. ¡Quítalas de ahí! ¿Dónde llevarlas? ¡A quién ofrecérselas? “Hijo, ¡dame tu corazón!” dice la Sabiduría. Que sea mío, y no lo perderás…
“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser” (Mt 22,37)… El que te Creó, te Quiere todo entero».
"Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo" (Ez. 18, 31).
"¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?" (Prov. 20, 9).
Yo "os Daré -nos dice el Señor-, un corazón Nuevo y pondré un espíritu Nuevo dentro de vosotros; Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os Daré un corazón de carne" (Ez. 36, 26).
Semper Mariam In Cordis Tuo.

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