.EL PODER DE PERDONAR.
«Jesús Da a los Apóstoles el Poder de Perdonar los pecados. ¿Pero cómo es esto? Porque es un poco difícil entender como un hombre puede Perdonar los pecados. Jesús Da el Poder. La Iglesia es Depositaria del Poder de las Llaves: para Abrir, Cerrar, para Perdonar. Dios Perdona a cada hombre en Su Misericordia Soberana, pero Él mismo Quiso que los que pertenezcan a Cristo y a Su Iglesia, reciban el Perdón a través de los Ministros de la Comunidad. A través del Ministerio Apostólico la Misericordia de Dios me alcanza; mis pecados son Perdonados y se me Da la Alegría. De este modo, Jesús nos Llama a vivir la Reconciliación incluso en la dimensión Eclesial, comunitaria. Y esto es muy hermoso. La Iglesia, que es Santa y a la vez necesitada de Penitencia, nos acompaña en nuestro camino de Conversión toda la vida. La Iglesia no es la dueña del Poder de las Llaves: no es dueña, sino que es sierva del Ministerio de Misericordia y se alegra siempre que puede ofrecer este Regalo Divino.
A veces se oye a alguien que dice que se confiesa directamente con Dios... Sí, como decía antes, Dios siempre te escucha, pero en el Sacramento de la Reconciliación envía un hermano para traerte el Perdón, la seguridad del Perdón, en nombre de la Iglesia.
Por supuesto, Dios Perdona a todo pecador arrepentido, personalmente, pero el cristiano está Unido a Cristo, y Cristo está Unido a la Iglesia. Y para nosotros cristianos hay un Regalo más, y hay también un compromiso más: pasar humildemente a través del Ministerio Eclesial. ¡Y eso tenemos que valorizarlo! Es un Don, pero es también una Curación, es una Protección y también la seguridad de que Dios nos ha Perdonado. Voy del hermano Sacerdote y digo: "Padre, he hecho esto..." Y él dice: "Yo te Perdono: es Dios Quien Perdona y yo estoy seguro, en ese momento, que Dios me ha Perdonado. ¡Y esto es hermoso! Esto es tener la seguridad de lo que siempre decimos: "¡Dios siempre nos Perdona! ¡No se cansa de Perdonar!". Nunca debemos cansarnos de ir a pedir Perdón. "Pero, Padre, me da vergüenza ir a decirle mis pecados...". "¡Pero, mira, nuestras madres, nuestras mujeres, decían que es mejor sonrojarse una vez, que mil veces tener el color amarillo!" Tú te sonrojas una vez, te Perdona los pecados y adelante...
No olvidemos que Dios nunca se cansa de Perdonarnos; mediante el Ministerio del Sacerdote nos Estrecha en un nuevo Abrazo que nos Regenera y nos permite Levantarnos de nuevo y reanudar el camino. Porque ésta es nuestra vida: continuamente levantarse y seguir adelante» (Papa Francisco, 20-11-2013).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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