Esta es una página de difusión de la Fe Cristiana a la luz del Magisterio de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana.

«Es impensable que un hombre haya acogido la Palabra y se haya entregado al Reino sin convertirse en alguien que a su vez da Testimonio y Anuncia». (B. Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, nº 24)
.SAN CIRILO DE JERUSALÉN.

Nació cerca de Jerusalén, en el año 315.sucedió al Obispo San Máximo en la Sede de Jerusalén el año 348. Es Padre y Doctor de la Iglesia. 

Sufrió en varias ocasiones el destierro por su férrea defensa de la Fe contra la herejía arriana, la cual negaba, entre otras cosas, la Divinidad de nuestro Señor Jesucristo.

Volvió a la Casa del Padre en el año 386.

«En esta Santa Iglesia Católica, instruidos con esclarecidos Preceptos y Enseñanzas, alcanzaremos el Reino de los Cielos y heredaremos la Vida Eterna, por la cual todo lo toleramos, para que podamos alcanzarla del Señor. Porque la Meta que se nos ha señalado no consiste en algo de poca monta, sino que nos esforzamos por la posesión de la Vida Eterna.

Si alguno de los aquí presentes tiene la pretensión de poner a prueba la Gracia de Dios, se engaña a sí mismo e ignora la realidad de las cosas. Procura tener un alma sincera y sin engaño, porque Dios Penetra en el interior del hombre.

El tiempo presente es Tiempo de reconocer nuestros pecados. Reconoce el Mal que has hecho, de palabra o de obra, de día o de noche. Reconócelo ahora que es el Tiempo propicio, y en el Día de la Salvación recibirás el Tesoro Celeste.



Limpia tu recipiente, para que sea capaz de una Gracia más abundante, porque el Perdón de los pecados se da a todos por igual, pero el Don del Espíritu Santo se Concede a proporción de la Fe de cada uno. Si te esfuerzas poco, recibirás poco, si trabajas mucho, mucha será tu Recompensa.

Si tienes algo contra alguien, perdónalo. Vienes para alcanzar el Perdón de los pecados: es necesario que tú también perdones al que te ha ofendido». (de sus Catequesis Bautismales).

Oración

«Señor, Dios nuestro, que has Permitido a Tu Iglesia penetrar con mayor profundidad en los Sacramentos de la Salvación, por la predicación de San Cirilo, Obispo de Jerusalén, Concédenos, por su intercesión, llegar a conocer de tal modo a Tu Hijo que podamos participar con mayor abundancia de Su Vida Divina. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén». (Misal Romano).

Semper Mariam In Cordis Tuo.

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