¿PIENSAS EN DIOS?
Elevar a Dios nuestros pensamientos, esto es oración. Nuestra alma ha sido Creada para contemplar, ver y mirar a Dios. Lo Creado, lo visible y lo material ha sido puesto ante nuestra vista, para que elevemos nuestro pensamiento a Dios Creador, a Dios Invisible, a Dios Inmaterial. Sin oración, el hombre se envilece, se degrada, se materializa.
De las 24 horas, ¿no tienes una destinada a ordenar tus pensamientos y dirigir una mirada a Dios? A Dios que te Mira, que no te olvida, a Dios que desde la Eternidad Piensa en ti. Si dedicamos tantas horas a los negocios, al placer, al amor terrenal, ¿no es justo que consagremos una a mirar y pensar en Dios? ¿Qué impide el que comamos o trabajemos teniendo a Dios presente? Sólo nuestra sensualidad.
Un solo pensamiento ocupó a María durante toda Su vida, o mejor diré, todos tendían, todos vinieron a parar en un solo Objeto y fue Dios Salvador, Dios Redentor. ¿Por qué? Porque estábamos Perdidos por la Culpa.
¿Piensas en Dios? ¿Piensas bien en Dios? ¿Tienes en Dios pensamientos Puros? ¿Tienes de Dios aquella idea alta, grandiosa, sublime que corresponde a la Realidad? En un momento de silencio interior, examínalo bien, porque esto es importante.
Y di a tu Madre del Cielo:
Madre: mis pensamientos están ahora recogidos en Tus manos, Preséntalos a Dios. Yo me comprometo, con la presentación de este ramillete, a vivir en adelante recogido en Dios, a estar en Su Presencia, a no olvidarle, a contemplar Sus Grandezas, a orar sin cesar como Manda el Evangelio. Ofrece mi deseo a Tu Hijo. Cuida, Bella y Amable Señora, Cuida de mis pensamientos y ordénalos. A Tu Auxilio me fío. Amén» (B. Francisco Palau, Religioso Carmelita y Fundador).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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