.MI PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY. (Jn. 14, 27)
«¿De qué sirve saber que esta Paz es Buena para nosotros si no la guardamos con cuidado? Lo Bueno es a menudo muy frágil, y los Bienes preciosos necesitan un cuidado esmerado y una gran vigilancia. La Paz es muy frágil y se puede perder por una palabra dicha con ligereza o por una pequeña herida causada al hermano. Ahora bien, no hay nada que guste tanto a los humanos como hablar palabras ociosas y ocuparse de cosas que no les importa, hacer discursos vanos y criticar a los ausentes. De ahí se desprende que los que no puedan decir con el Profeta: “El Señor me ha Dado una lengua de discípulo para que sepa sostener con mi palabra al abatido.” (Is 50,4), se callen, o bien, si dicen alguna palabra que sea una palabra de Paz... “La Plenitud de la Ley consiste en el Amor.” (Rom 13,8) ¡Que Nuestro Señor y Salvador Jesucristo Se Digne Inspirar nuestras palabras, Él que es el Autor de la Paz y el Dios del Amor». (San Columbano, Monje).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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