.ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL
A NUESTRA SEÑORA.
«María, Templo de la Trinidad, Hogar de Fuego Divino, Madre de Misericordia..., Tú eres el Tallo Nuevo (Is 11,1) que ha Producido la Flor que Perfuma al mundo, el Verbo, el Hijo único de Dios. En Ti, Tierra Fecunda, fue Depositado el Germen de este Verbo. (Mt 13,3 ss) Tú has escondido el Fuego en las cenizas de nuestra humanidad. Vaso de Humildad donde Arde la Luz de la Sabiduría Verdadera..., por el Fuego de Tu Amor, por la Llama de Tu Humildad, has Atraído hacia Ti y hacia nosotros al Padre eterno...
Gracias a esta Luz, María, nunca Te has parecido a las vírgenes insensatas (Mt 25,1 ss) sino que Rebosas de Virtud y de Prudencia. Por esto has Querido Saber cómo se podía Realizar lo que el Ángel Te Anunciaba. Tú sabías que “para Dios todo es Posible”. No tenías duda alguna. ¿Por qué, entonces, Tú dices: "no conozco varón"?
No te faltaba la Fe. Era la Humildad profunda que Te hacía decir esto. No dudabas del Poder de Dios, Te considerabas como indigna de tan gran Prodigio. Si fuiste turbada por la palabra del ángel, no era por temor. Mirándolo a la misma Luz de Dios, me parece que era más bien por admiración. Y qué admirabas, pues, María, sino la Inmensidad de la Bondad de Dios. Mirándote a Ti misma, Te juzgabas indigna de esta Gracia y quedabas turbada. Tu pregunta es la prueba de Tu Humildad» (Sta Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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