AMEMOS A DIOS Y A SU IGLESIA
«Tras el amor de nuestro Señor, te recomiendo el de la iglesia, Su Esposa. Ella es de alguna manera la paloma que incuba y da lugar a la descendencia del Esposo. Da todos los días gracias a Dios por ser hija de la iglesia, a ejemplo de un gran número de almas que nos han precedido en esta ruta Bendita. Ten mucha compasión de todos los Pastores, predicadores y guías espirituales que se encuentran esparcidos por la superficie de la tierra... Ruega a Dios por ellos, para que se Salven, sean fecundos y proporcionen la Salvación a las almas.
Ruega por las personas infieles como por las fervientes, reza por el Santo Padre, por todas las necesidades espirituales y temporales de la Iglesia, porque ella es nuestra Madre».
(San Pío de Pietrelcina (1887-1968), Capuchino).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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