MÁS QUE NINGUNO
No te compares con algunos, ni siquiera con uno solo. Porque ¿qué sabes tú, si aquel uno, a quien consideras como el más vil y miserable de todos, qué sabes, insisto, si, Merced a un cambio Operado por la Diestra del Altísimo, no llegará a ser mejor que tú, o si lo es ya a la Mirada de Dios? Por eso el Señor Quiso que eligiéramos no un puesto mediano, ni el penúltimo ni siquiera uno de los últimos, sino que dijo: «Vete a sentarte en el último puesto» de modo que sólo tú seas el último de los comensales, "Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado"
(Lc. 14, 11)».
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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