¿AMAS?
«Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con tu fuerza» (Deut. 6, 5)
¿Qué cosa es el amor? Busquemos en el Jardín de Dios esta fragantísima y hermosísima Flor.
El Amor está en Dios como un fuego inmenso. Dios Es el propio Amor. Con el Amor con que el Padre Ama al Hijo, el Hijo nos Ama a nosotros, y con este mismo amor nosotros hemos de corresponderle.
El Amor está en Dios como un fuego inmenso. Dios Es el propio Amor. Con el Amor con que el Padre Ama al Hijo, el Hijo nos Ama a nosotros, y con este mismo amor nosotros hemos de corresponderle.
Hemos de amar a Dios porque Es Infinitamente Amable…y todo cuanto se ama sin Dios, fuera de Dios, sin respeto a Dios y contra Dios, es un amor impuro.
La Bondad Suma de Dios y Su inmensa Belleza atrae, eleva y roba todos los afectos de corazón humano con la suavísima fragancia de Sus Infinitas Perfecciones y Atributos.
La Bondad Suma de Dios y Su inmensa Belleza atrae, eleva y roba todos los afectos de corazón humano con la suavísima fragancia de Sus Infinitas Perfecciones y Atributos.
María, Asistida por la Gracia y dones del Espíritu santo desde Su Inmaculada Concepción, Amó con tal intensidad a Dios, que atrajo a Su seno Virginal con la fragancia suave y Pura de esta Flor mística, al mismo Hijo de Dios, y el Hijo del Eterno no vaciló, aunque era Criatura, en Tomarla por Madre.
Nuestro corazón está fabricado para amar, y para amar un Objeto Infinito, Inmenso y Eterno, que reúne en Sí, cuantas Perfecciones puede concebir nuestro débil entendimiento.
El amor de Dios, ¿está en el jardín de tu alma?
Busca bien en este rosal: ¿está en ti?
Mira bien…Si no lo hallas, aún tienes tiempo: marcha a María, tu Jardinera, y dile que lo Plante, lo Riegue y lo Cuide.
¿Amas? ¿Qué amas?
Donde está el amor, está el corazón; donde está el corazón está toda la plenitud y fuerza de tus afectos; donde están estos, está tu alma toda, tus pensamientos, tus potencias y sentidos (Mt. 6, 21).
Donde está el amor, está el corazón; donde está el corazón está toda la plenitud y fuerza de tus afectos; donde están estos, está tu alma toda, tus pensamientos, tus potencias y sentidos (Mt. 6, 21).
¿Amas a Dios de todo corazón? Mira que sin este amor no puedes entrar al Cielo.
Ahora presentemos nuestra rosa a María:
Señora: recibe en Tus manos un ramillete de rosas, es mi regalo para Ti. Es mi amor para con Dios mi Señor.
Desde hoy, postrado a Tus pies, prometo, sí, lo tengo resuelto, amar con todos mis afectos a Dios. Yo me complazco en que Dios Sea Quien Es…Sin Él, y fuera de Él, nada quiero amar.
Quiero lo que Dios quiere; aborrezco lo que Dios Aborrece; la Voluntad de Dios será mi voluntad. Así lo propongo, y con la Divina Gracia, y Tu Asistencia, Madre querida, así será. Amén» (Beato Francisco Palau, Religioso Carmelita y Fundador).
Desde hoy, postrado a Tus pies, prometo, sí, lo tengo resuelto, amar con todos mis afectos a Dios. Yo me complazco en que Dios Sea Quien Es…Sin Él, y fuera de Él, nada quiero amar.
Quiero lo que Dios quiere; aborrezco lo que Dios Aborrece; la Voluntad de Dios será mi voluntad. Así lo propongo, y con la Divina Gracia, y Tu Asistencia, Madre querida, así será. Amén» (Beato Francisco Palau, Religioso Carmelita y Fundador).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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