CONFIANZA EN LA PROMESA
«Haz, Señor, que se caliente mi Fe, según la enseñanza de Tu Evangelio, y que no me averguence de Tu Cruz, por la que Redimiste al mundo. Que a Tu ejemplo, no tema padecer, ni desconfíe del Premio Prometido a la perseverancia, pues a través de la fatiga llega el descanso, y a través de la muerte llega la Vida.
Tú, Señor, Asumiste las enfermedades de nuestra naturaleza; si perseveramos en ser Tus discípulos y en darte el Honor que mereces, también nosotros venceremos lo que Tú Venciste y recibiremos que Tú Prometiste» (S. León Magno, Papa y Doctor de la Iglesia).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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