ORAR SIEMPRE
«Deseamos mucho orar, pero después, fracasamos. Es entonces cuando nos desanimamos y renunciamos. Si quieres orar mejor, debes orar más. Dios acepta el fracaso, pero no Quiere el desánimo. En la oración cada día Quiere más que seamos como niños, cada vez más humildes, cada vez más llenos de agradecimiento.
Ama orar. La oración dilata el corazón hasta que éste sea capaz de recibir el Don de Dios que es Él mismo. Pide, busca, y tu corazón se ensanchará hasta el punto de recibirle, de tenerle en ti como tu Bien.
Oremos por los que no oran». (Sta Teresa de Calcuta, Religiosa y Fundadora).
Semper Mariam In Cordis Tuo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario