Eunucos
por amor del Reino de Dios
Objeción
Si el Celibato de los que se ordenan Sacerdotes y Monjas es solamente recomendado por Jesús en el Nuevo
Testamento...¿Por qué la Iglesia Católica lo hace ley en 1138? ¿El Espíritu
Santo inspiró a la Iglesia Católica para que lo instituyera?
¿Es esto cierto?
La Iglesia instituyó una regla de Celibato: una regla para sus Sacerdotes, una regla que se convirtió en ley en
el año 1138; una ley que hoy persiste. Pero no fue la Biblia la que dijo tal
cosa. San Pablo dijo en su Epístola a Timoteo, que un Obispo debía casarse y
tener hijos y que un hombre con experiencia en su propia familia, realmente
está mejor calificado para atender a la Iglesia.
Respuesta
Si halláramos que en la Sagrada Escritura
no hay un fundamento del Celibato, aun así, tendríamos el mayor de los
fundamentos: Jesucristo. Jesucristo fue
Célibe, aunque alguna literatura new age difunda otra cosa. Pero tenemos
que Jesús no solo dio ejemplo con Su modo de vivir, sino que además, SÍ HABLÓ
sobre el Celibato. Busquemos San Mateo 19,12:
"Porque
hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos hechos por los
hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los
Cielos. Quien pueda entender, que entienda".
No es válido el argumento que enfrenta a
la Disciplina de la Iglesia con la infidelidad de algunos de sus miembros.
Cuando estás enfermo y el médico te visita y receta, si no tomas los
medicamentos, ¿quién tiene la culpa de tu agravamiento? ¿Tú o el médico? Y no
es un razonamiento ingenuo. Busca en la Doctrina Católica, y fíjate donde se
invita o se ampara el pecado. Entonces, quienes son infieles a la Fe que dicen
profesar, ¿lo son por la Doctrina que creen, o porque no la viven cómo deben?
El Apóstol Pablo, que era Célibe,
Escribió:
"Comenzando
a tratar de lo que me habéis escrito, bueno es al hombre abstenerse de mujer;
mas por evitar la fornicación, tenga cada uno su mujer y cada una tenga su
marido... Esto os lo digo condescendiendo, no mandando."
Y termina diciendo:
"Mi
deseo sería que todos los hombres fueran como yo; pero cada cual tiene su
Gracia particular...No obstante digo a los célibes y a las viudas: bien les
está quedarse como yo"
Búscalo en 1 Corintios 7,1-8. y en otro
lado escribe:
"Yo
os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del
Señor, de cómo agradar al Señor. El casado se preocupa de las cosas del mundo,
de cómo agradar a su mujer; está por tanto dividido. La mujer no casada, lo
mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el
cuerpo y en el espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de
cómo agradar a su marido.
Os
digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino para moveros a
lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división. Pero si alguno teme
faltar a la conveniencia respecto de su novia, por estar en la flor de la edad,
y conviene actuar en consecuencia, haga lo que quiera: no peca, cásense.
Mas
el que ha tomado una firme decisión en su corazón, y sin presión alguna, y en
pleno uso de su libertad está resuelto en su interior a respetar a su novia,
hará bien. Por tanto, el que se casa con su novia, obra bien. Y el que no se
casa, obra mejor. La mujer está ligada a su marido mientras él viva; mas una
vez muerto el marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero sólo en
el Señor. Sin embargo, será feliz si permanece así según mi consejo; que
también yo creo tener el Espíritu de Dios".
(I Corintios 7,32-40)
Nota que no estaba en contra del
Matrimonio. Sin embargo, consideraba un estado más perfecto, el Celibato y la
Virginidad. Las palabras de Jesús Bendito y del Apóstol, dejan claro, que el
consejo de Celibato no estaba dirigido únicamente a los que iban a ejercer el
Episcopado.
Tenemos entonces que las palabras dichas
a Timoteo, no son un mandato, sino una prescripción sobre un caso en
particular, si el candidato al Episcopado era un hombre casado. Lee el Texto
nuevamente:
“Pero
es preciso que el Obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, cortés, hospitalario, capaz de enseñar”
1 Timoteo 3,2
En ningún momento dice que
"debía" ser casado. El motivo de esta prescripción estaba dirigido a
aquellos que proviniendo del paganismo, e incluso del judaísmo, se convertían a
la Fe Cristiana naciente. En el primero de los casos, muchos paganos era
polígamos; y el segundo, muchos estaban casados en segundas nupcias, pues la
ley de Moisés contemplaba el divorcio. Ley abrogada luego por Jesucristo.
Muchos años antes de 1138, en los
comienzos de la vida Religiosa, el Celibato era un requisito en las primeras
Ordenes Monásticas dirigidas por S. Pacomio, ya en el s. Iv después de Cristo.
Si quieres un gran ejemplo de amor por la
Virginidad, luego de Jesús Bendito, mira a nuestra Mamá, María Santísima.
En los tiempos modernos se levantan
cientos de voces contra el Celibato, pero pon atención en lo que Jesús dijo al
terminar: "Quien pueda entender,
que entienda". Pide a Dios, para ti y para mí, la Gracia de
comprender, sabiendo que Él no nos deja sin respuesta cuando buscamos
sinceramente la Verdad, con el fin de adherirnos a ella. "Dios da Su Gracia a los humildes, escribe el Apóstol Pedro, y resiste a los soberbios".
No olvidemos rezar cada día por nuestros Obispos, Sacerdotes y Religiosas, para que el Señor les Conceda la firmeza en su Fe y en su entrega total a Dios.
Semper Mariam In Cordis Tuo.
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