Esta es una página de difusión de la Fe Cristiana a la luz del Magisterio de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana.

«Es impensable que un hombre haya acogido la Palabra y se haya entregado al Reino sin convertirse en alguien que a su vez da Testimonio y Anuncia». (B. Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, nº 24)
JESÚS ¿Y SUS CATEQUISTAS?

Según el Cardenal Jorge Bergoglio así parece. En su Homilía en la Misa de clausura de la JMJ en Panamá, ha dicho:

"El Evangelio nos presenta el comienzo de la Misión pública de Jesús. Lo hace en la sinagoga que lo vio crecer, rodeado de conocidos y vecinos y hasta quizá de alguna de sus “catequistas” de la infancia que le enseñó la ley" (27-1-2019).

Santo Tomás de Aquino, en su Suma Teológica (III, c. 12, art. 3), se pregunta: «¿Aprendió Cristo algo de los hombres?». Y responde:

«Está lo que se lee en Is 55,4: He aquí que le he dado por testigo a los pueblos, por jefe y maestro a las naciones. Pero lo propio del maestro no es ser enseñado, sino enseñar. Luego Cristo no adquirió ciencia alguna por la instrucción de los hombres.

Cristo Ha sido Constituido Cabeza de la Iglesia, más aún, de todos los hombres, para que todos los hombres reciban por medio de Él no sólo la Gracia, sino también la Doctrina de la Verdad. Por eso dice Él mismo en Jn 18,37: “Para esto he Nacido, y para esto he Venido al mundo, para dar Testimonio de la Verdad”». Y concluye: «Y por eso no fue conveniente a Su Dignidad ser instruido por alguno de los hombres».

Semper Mariam In Cordis Tuo.